Cuando pase el temblor...

No...no hablo del éxito de Soda Stereo, sino de que últimamente algunos  movimientos serpenteantes de la tierra han sembrado zozobra  en  los corazones de  algunos de mis coterráneos...es normal.

 Sin embargo, imaginen que sobreviniera un Terremoto selectivo, que única y exclusivamente descargara su furiosa ira sobre las viviendas o escondites de todos los malos guatemaltecos y acabara con sus vidas miserables antes de que esos malditos acaben con la vida de más pilotos de buses, de mas periodistas, de mas inocentes..., Si este terremoto acabara con todo tipo de hijos de puta que fastidian la paz de los que luchamos por ser ciudadanos respetables..., 

Si el terremoto, partiera certeramente de arriba a abajo el edificio de la Corte Suprema de Justicia,  hundiera en un negro abismo el hemiciclo parlamentario y derrumbara en pedazos (lástima por el edificio) el Palacio Nacional, quizás entonces, a la mañana siguiente, los guatemaltecos, podriamos vivir en un pais, lleno de agujeros arquitectónicos, pero con una plenitud existencial de las once mil madres. Imaginelo, siquiera, seria super interesante que se acabara, de un solo la delincuencia comun, la organizada y la de cuello blanco...Si la corrupción sucumbiera a un cataclismo telúrico...,Si el terremoto acabara con el magnate que hizo su fortuna a base del hambre del pobre y de las miserables condiciones de trabajo a que forzó a sus empleados..., con el juez que soltó al asesino por unos pocos billetes y se vendió como la peor de las putas...con el pseudo líder religioso que lucró con la fé de los miembros de su rebaño y se hartó opíparamente con sus diezmos,  con el desalmado que jaló del gatillo por dinero o por placer y acabó con una vida útil,  Si todos esos malos se largaran de una buena vez con el cráneo aplastado por un soberano tetuntazo, quizás tendriamos la esperanza de que este país pudiera reconstruirse sobre la base de la legítima lucha por la riqueza ganada a fuerza de trabajo honesto y convertirse finalmente en un país civilizado y no en esta sanguinaria aldea tercermundista que amamos entrañablemente, pero que tememos cada día mas.