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Lo recuerdo como si hubiera sido ayer: aquel momento en que crucé la puerta de un misterioso y pequeño cuarto hecho de madera, construido sobre el corredor de la vieja casa de mis abuelos y me inundaron las fosas nasales un peculiar aroma que a casi 40 años de ese evento permanece grabado a fuego en mi memoria...  Mientras que al traspasar la delgada puerta de madera,  el misterio del contenido de aquel pequeño y oscuro universo, se develó parcialmente ante mis asombrados ojos de niño: Sobre una mesa apolillada y paticoja,  dormitaba serena una  misteriosa máquina  gris,  semejante a la cabeza de un cíclope mecánico,  que con su único ojo apuntaba en dirección perpendicular al medio carcomido tablero...   Del techo y las paredes interiores de aquel rectángulo oscuro, colgaba una solitaria bombilla roja rodeada de una multitud de grisáceas serpientes enroscadas con infinitas siluetas en blanco y negro decorando sus lomos agujereados de acetato, mientras que de una respetable familia de

Soledad, nostalgia y ron

Despertó sobresaltada con una indescriptible sensación de pesadumbre mezclada con unas gotas de miedo en el interior de su torso desvelado y semidesnudo. La cortina danzaba cadenciosamente con el viento que entraba por la ventana mientras en su cabeza giraba, como un terco zancudo el recuerdo de aquel imbécil que jamás volvería. Un tanto tambaleante, se dirigió a la cocina a servirse un vaso de agua..un tanto temblorosa,  encendió un cigarrillo en medio de aquel manto de oscuridad infinita, mientras sus pies la sostenían con dificultad  a consecuencia de la nutrida borrachera. Volvió a la cama, tan silenciosa cómo una gata,  envuelta en su gastado camisón y se acostó procurando no despertar al inútil bulto de su marido que con sus intensos ronquidos, le recordaba  el gruñir de los cerdos. Repentinamente, un delgado hilo de luz de luna se coló por la ventana mostrándole el inconfundible rostro de niño pendejo que reposaba en la almohada. Un relámpago de ternura iluminó su alma vieja
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Yo, el peón (Cuento corto)

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Yo, El peón 0600 HORAS Yo, hombre mestizo promedio, clase media baja y peón de ajedrez…, inicio mi habitual rutina: Me baño y afeito, aplicándome la última gota de loción en la cara… salgo a la calle y espero, paciente, que la enorme e invisible mano que mueve las piezas en el tablero decida moverme.. mientras tanto, me dirijo, como muchos otros peones, (psicóticos colectivos) al trabajo, en un crujiente y ruidoso bus urbano. Ella, dama de magnífica presencia y torre derecha, a la vez, no se parece en nada a mi. Su status está en la fila de atrás y es vecina del caballo blanco, justo allá, del otro lado del tablero. Viste elegante y conduce un reluciente BMW azul. Al igual que yo, va para su trabajo ataviada de gris ésta mañana gris...ella es la torre, yo, soy el peón.  Mientras escucha música y lleva corrido hacia atrás el techo de su auto no sospecha que la   observo, silencioso y embelesado desde mi elevado y privilegiado punto de vista. La i

Pendiente...

Mezclándose entre la gente, parecía un cualquiera mas dentro de la masa de cualquieras que ocupaba la acera.  Caminando  con un gastado balanceo de pasos parecía un perdido y solitario perro callejero capitalino. Pasaba inadvertido fácilmente, mientras en su cabeza se agolpaba el hecho que estaba a punto de cometer. Las paredes de su cráneo, semejaban una botella llena de humo rojo, continente de su ira ascendente... Mientras caminaba, pasó la mano izquierda nerviosamente por el pelo mientras la   derecha palpó la frialdad del acero pegado a su muslo, se repetía mentalmente su mantra personal...  soyunpendejoinofensivo...parezcounpendejoinofensivo…, y a intervalos regulares, de  diez minutos repasaba la rutina mental   que había trazado con cuidadoso esmero durante meses y meses,  y pensaba en las eventuales intervenciones de las voces que escuchaba y que parecían interponerse entre el y su retorcido concepto de justicia.                             Abordó el bus y se sentó

La navidad de un vigilante en Guatemala.

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Aqui les presento,  https://www.facebook.com/artecomate/videos/657367224406509/

Cuando te fuiste...

Crei que perderia la razón. Mis ojos se negaban a ver las señales evidentes que lanzabas. Mis oidos no daban crédito a los oprobios que salieron  de tus labios. Mis manos querian estallar de ira. Reventar de rabia. mi espiritu queria retenerte.. mi dolor era infinito. De cualquier forma, pero resulta que cuando te fuiste, hacía tiempo que te habías ido. RA