Receta para curar la envidia..

La otra tarde, mientras hacía algunas diligencias a lomos de mi motocicleta de fabricación hindú, entré a un edificio y, al salir, vi a un tipo montado sobre una pieza de ingeniería alemana, una K1200 negra, reluciente y me senti un poco looser por manejar una moto que cuesta una nonagésima parte de lo que cuesta la otra, que corre mucho menos y que, encima, no provoca las envidias de los demas machos motorizados de la jungla de asfalto, ni provoca que las damas volteen a verme como si fuera una guatemaltequísima versión de James Bond..., Sin embargo, cuando estuve mas cerca, felicité al cuatío por su belleza de moto y una sonrisa le iluminó el rostro..., todo atisbo de envidia desapareció de mi espíritu al cruzar la calle y golpear mi cerebro tres argumentos incontestables: 1) Esa vaina tiene dos llantas, (igual que la mia). 2) Sin gasolina, no camina tampoco, (igual que la mia) y 3) El viento que le pega al cuate en la cara cuando maneja esa super nave, es el mismo que me pega a mi.

Satisfecho, me subí en la moto, y me desplaze tranquilo sobre el asfalto, disfrutando el ronroneo de mi motor de 100 cc,mientras me invadia la conciencia la absoluta certeza de la frase aquella de que si no podés tener todo lo que querés, al menos podés querer todo lo que tenés.

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